Por Álvaro Ríos Roca Socio (Director de Gas Energy Latinamerica)
Muy poco repercute en los medios de comunicación sobre la energía nuclear y su futuro en un planeta que definitivamente será eléctrico. La información generalmente está centrada en el precio del petróleo y gas natural, elshale, la OPEP, las energías renovables no convencionales, las baterías de almacenamiento, los vehículos eléctricos, las redes inteligentes y otros.
El planeta Tierra se está preparando para girar muy decisivamente a funcionar en base a electricidad con energía hidráulica, solar y eólica, con baterías de almacenamiento de respaldo y con redes inteligentes más robustas, eficientes y dinámicas, para ir dejando atrás combustibles fósiles como el carbón en generación eléctrica y derivados del petróleo en el segmento transporte.
Reino Un y Francia han dicho no a vehículos con derivados del petróleo después del 2040. En el estado de California se acaba de aprobar otro fondo de 3 billones de dólares para que se puedan adquirir vehículos eléctricos y fomentar más estaciones de carga. China, el país que más demandara vehículos, analiza una serie de medidas para acelerar la entrada de vehículos eléctricos y limpiar su atmosfera. Varios otros países estudian políticas públicas en este mismo sentido.
La pregunta que surge inmediatamente: ¿de dónde saldrá la oferta eléctrica necesaria para atender las necesidades de crecimiento de generación tradicional y ahora para el segmento transporte? Las energías renovables con sus eficiencias, el acoplamiento de baterías de almacenamiento y redes inteligentes son una parte de la solución y que conjuntamente el gas natural, cumplirán un rol fundamental en esta transición. Pero que se puede decir de la energía nuclear y su futuro.
Según la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica), a finales del 2016 la energía nuclear representaba el 13% del total de la energía eléctrica generada a nivel global con un total de 448 reactores en funcionamiento en 30 países. El efecto Fukushima del año 2011, hizo que se demoren y paralicen plantas en construcción. Además, los costos para su implementación se han elevado notablemente y el repudio y percepción pública es mucho más notable.
Algunos países como Alemania, han eliminado parcial o totalmente sus centrales nucleares. Sin embargo, en el caso de Alemania, por ejemplo, aun recibe fuerte respaldo de energía nuclear producida en Francia, que no ha menguado su oferta. Es decir, la energía nuclear no está muerta, ni derrotada. Las proyecciones indican que al 2030 el planeta aun tendrá en su matriz, alrededor de un 11% de energía nuclear.
Sin embargo, lo que nos llama a la reflexión es lo anotado en una reciente investigación de Peter Diamandis, de la que rescatamos que muchos billonarios de la tecnología de las comunicaciones están haciendo apuestas muy fuertes en “start ups” (emprendimientos) en energía nuclear y también sobre fusión nuclear.
El reporte señala que están bajo financiamiento 55 “start ups” con un estimado de 1.6 billones de dólares, lo cual puede revitalizar notablemente esta industria y otorgarle una nueva dinámica y futuro.
Esta Bill Gates en Terra Power, un “start up” para desarrollar tecnologías que ofrezcan independencia, sustentabilidad ambiental y avances médicos. Bill Gates ha invertido una parte de su fortuna para impulsar el “Travel Wave Reactor”, un sistema que usa uranio y que solo necesita ser realimentado cada 40 a 60 años.
Jeff Bezos, el CEO de Amazon apuesta recursos el “start up” de “General Fusión” en Canadá y ha levantado 94 millones de dólares para usar martillos de alta tecnología para impulsar fusión nuclear. Se destaca también Paul Allen, ex co-fundador de Microsoft en el “start up” Tri Alpha Energy, impulsando lo que se denomina como “Friendly Fusión”, en una combinación de acelerador de partículas y plasma física. El co-fundador de Paypal, Peter Thiel, apuesta la “Maquina de la Fusión”.
Hay muchos otros “start ups” para analizar y sobre todo fusión nuclear, que según se entiende puede entregar energía ilimitada para el futuro. Sin duda que si estos visionarios andan metidos en estos “start ups” es que algo avizoran. Resumiendo, más competencia tecnológica para los hidrocarburos, principalmente el petróleo.
PUBLICADO: 19 de enero de 2018