Luis Pacheco: “El meme” del control del Estado en el petróleo sigue vivo en Venezuela

El presidente de la junta de administración ad hoc de PDVSA, Luis Pacheco, designado por la Asamblea Nacional, advierte que en el discurso político, empresarial y academéca que predomina en Venezuela persiste la idea que el Estado debe controlar al sector de los hidrocarburos; y en un agenda mundial marcada por la transición energética y las fuentes renovables se hace la hace la siguiente pregunta: “¿los jóvenes de hoy están interesados en el petróleo y su narrativa?”.
“A pesar de su evidente fracaso, el meme del control monopólico por el Estado de la actividad petrolera sigue vivo. Sobrevive en los que lo usufructúan o esperan usufructuar el poder político. Sobrevive en las universidades, en los petroleros, en la industria privada, en fin, sobrevive en una sociedad acostumbrada a vivir a la sombra de la renta”, advierte Pachecho en su artículo publicado en La Gran Aldea
https://lagranaldea.com/2019/10/08/nueva-narrativa-o-nuevos-narradores/#

El president ad hoc de PDVSA señala como en el discurso político de Venezuela ha estado marcado por los pensamientos del ex presidente Rómulo Betancourt y de su ministro de Minas, Juan Pablo Pérez Alfonzo, pero advierte que estos postulados no se ajustan a la realidad energética del siglo XXI.

“Los memes de la soberanía y el nacionalismo son un lastre importante. Rómulo Betancourt veía que el capital extranjero que explotaba el petróleo apuntalaba a la dictadura y se llevaba una tajada más que razonable de la actividad, y que había que modificar esa relación de poder. Hoy, 60 años más tarde, otra dictadura usa el petróleo para también doblegar a la sociedad”, indica Pacheco. Debemos diseñar un nuevo abecedario, adaptado a una realidad social y económica que no reconocerían ni Betancourt, ni Pérez Alfonzo, ni ninguno de esos prohombres del pasado que tanto citamos pero que poco entendemos (…) en un mundo donde los combustibles fósiles son casi impresentables en sociedad, quizás estamos teniendo como sociedad un debate anacrónico”, acota.