La medida de desmontaje del subsidio a la gasolina que comenzó a aplicar el gobierno de Nicolás Maduro está basada parcialmente en el modelo que desarrolló Irán en 2010, durante el gobierno de Mahmud Ahmadineyad, el cual recibió elogios del Fondo Monetario Internacional, incluso por mantener temporalmente el suministro de combustibles a bajo costo a transportistas para asegurar la estabilidad social. Este organismo multilateral, no obstante, advirtió en este caso y en de otros países que el éxito requiere equilibrio fiscal, cambiario y monetario.
“La estabilidad macroeconómica es esencial para evitar una rápida erosión de los beneficios de la reforma y asegurar bajas tasas de inflación antes del inicio de la reforma fue un objetivo político importante”, señalan los informes del FMI. “La reforma fortalece las posiciones fiscales y externas al reduciendo los subsidios energéticos implícitos y las importaciones de gasolina”, acota.
Esta medida no estuvo remitida solo a los combustibles sino que también incluyó la corrección en las tarifas de electricidad, que en el caso de Venezuela se mantienen subsidiadas aunque en el último años se ha venido registrando alzas, pero que continúan bajas en comparación a los estándares internacionales y aún no logran cubrir los costos operativos y de inversión de Corpolec.
La medida en Irán se adoptó en un contexto de altos precios del petróleo y perseguía adicionalmente objetivos de eficiencia energética al propiciar una reducción en la demanda, la cual era elevada debido a los bajos costos energéticos en ese país.
“El Gobierno consideró que el incremento de los precios tenía que ser significativo para ser capaz de reducir eficazmente la demanda de energía”, indican los reportes del Fondo Monetario. “Alzas de entre 2’’% y 500% no tendrían mucho impacto en la demanda y podrían generar oposición a muchos ajustes”, añade.
En lo que respecta al establecimiento de múltiples tarifas para el caso de la gasolina, el FMI señaló sobre la experiencia iraní que en principio por razones políticas se optó por mostrar que “la reforma pareciera gradual” y por eso el precio de la gasolina subsidiada se mantuvo bajo un esquema de racionamiento que semeja a lo que se está haciendo en Venezuela.
“Las autoridades abordaron muchos problemas inmediatos con el pragmatismo. Por ejemplo, en los días posteriores al aumento de precios, los ingreso de los transportistas iraníes se redujo por el aumento en los costos del combustible y el gobierno de Ahmadineyad respondió asignando una ración diesel a bajo precio y ese enfoque pragmático al enfrentar las dificultades causadas por la reforma aseguró la estabilidad social”, indica el FMI.
PUBLICADO: 03 de junio de 2020