Los resultados financieros y de gestión de la empresa española Repsol correspondientes al segundo trimestre y primer semestre de 2020 señala que se vio obligada a elevar sus provisiones en valor negativo de sus patrimonios en Venezuela conformados por la inversión en el proyecto Cardón IV de gas natural y de crudo en la empresa mixta Petroquiriquire alcanzando la cifra de 134 millones de euros.
Los resultados de la empresa, previos a compensaciones, indican un saldo negativo de 1.585 millones de euros, que en buena medida responde al cambio de expectativas económicas derivado de la crisis del COVID-19 pero también por las provisiones de riesgo de Venezuela que se elevan a 320 millones de euros cuando además de las inversiones se suman los financiamientos otorgados a sus filiales en Venezuela.
En las notas a sus estados financieros advierte que sus operaciones se ven perjudicadas por la situación de inestabilidad política, la recesión económica, la inflación y las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos contra Petróleos de Venezuela (PDVSA) y las transacciones de crudo o combustibles hacia la nación norteamericana.
“Repsol continúa adoptando las medidas necesarias para mantener su actividad en Venezuela, con pleno respeto a la normativa internacional de sanciones y está haciendo un seguimiento constante de su evolución y, por tanto, de los eventuales efectos que pudieran tener sobre las señaladas actividades”, señala la parte de las notas a los estados financieros.
Pese a lo anterior, Repsol señala que el ambiente adverso para la inversión que existe en el país sudamericano no repercute primordialmente en los resultados financieros del lapso comprendido entre abril y junio ni tampoco durante la primera mitad de 2020.
La utilidad neta de la compañía fue de 189 millones de euros en el primer semestre, lo que representa 83% por debajo de de lo registrado en el mismo lapso del año pasado.
“La situación sin precedentes provocada por el coronavirus impactó en las cotizaciones del crudo y del gas de referencia internacional, que sufrieron grandes caídas, sobre todo durante el segundo trimestre del ejercicio, en el que la demanda mundial experimentó el mayor colapso de la historia”, informó Repsol. “El crudo Brent registró entre abril y junio un descenso medio del 57% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el del WTI fue del 53%, en ambos casos, con precios medios por debajo de los 30 dólares por barril; y el gas reflejó también el difícil contexto, con una caída media semestral que rozó el 40% para el Henry Hub”, añadió.
Esta situación perjudicó la valoración de los inventarios de Repsol, los cuales se redujeron en 1.088 millones de euros y una merma de 1.585 millones de euros en la valoración de sus activos en negocios upstream o aguas arriba.
PUBLICADO: 25 de julio de 2020