El tanquero de almacenamiento Nabarima lleva más de año y medio con 1,3 millones de barriles de crudo que Petróleos de Venezuela (PDVSA) debió entregar a Citgo pero que por las sanciones adoptadas a Estados Unidos no pudieron despacharse y por la especificidad del producto no encuentra clientes a quien pueda ser entregado.
La empresa estatal no se ha pronunciado sobre la situación que amenaza generar un derrame de petróleo en el golfo de Paria debido a las precarias condiciones que se encuentran la embarcación y han sido los dirigentes sindicales de PDVSA quienes se han encargado de hacer la denuncia.
“Salvemos la naturaleza y evitemos una catástrofe ecológica mundial por los barriles de petróleo del Nabarima que pudieran derramarse afectando el golfo de Paria, el delta del Orinoco, el mar Caribe y el océano Atlántico”, dijo Eudis Girot, miembro de la junta directiva de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo de Venezuela. “Se encuentra en condiciones paupérrimas y profundo deterioro y la cubierta inferior y los equipos están tres metros bajo agua”, acotó.
La carga mantiene paralizada las operaciones de producción de dos empresas mixtas: Petrowarao y Petrosucre. La primera es una sociedad entre PDVSA y la francesa Perenco en proporción de 60% y 40% respectivamente; y la segunda la italiana ENI tiene 26% de participación.
PUBLICADO: 31 de agosto de 2020