El sesgo ambiental que tiene el gobierno del presidente Gustavo Petro lo llevó a plantearse la posibilidad de importar gas natural desde Venezuela; sobre todo, para cubrir el déficit que afronta la región caribeña o Atlántica de ese país, pero ha encontrado un primer obstáculo: el rechazo de los empresarios, quienes consideran que perderían soberanía energética y que Venezuela se convirtió en un país irremediablemente nada confiable y con el que resulta complicado hacer negocios.
En el marco de la V Cumbre de Petróleo, Gas y Energía, que se realizó en Bogotá entre el 15 y 18 de noviembre, fueron varias las exposiciones que se centraron sobre la posibilidad de reactivar el acuerdo de suministro de gas suscrito en 2007 entre Ecopetrol y Petróleos de Venezuela (PDVSA), pero los incumplimientos en los pagos por parte de la estatal venezolana pesan aún en las cuentas de la corporación colombiana.
Un segundo factor negativo contra PDVSA está en la propia realidad del régimen de sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que impide poner en marcha el referido acuerdo. Y aun cuando se exploran otras opciones, como permitir que el negocio se concrete entre privados de ambos países, en las consideraciones jurídicas se advierte sobre riesgos para la empresa colombiana que asuma ese negocio.
En tercer lugar, se menciona que “la principal amenaza” está en la forma cómo durante 23 años de revolución bolivariana en Venezuela y los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro han utilizado la relación económica y comercial de las dos naciones como una amenaza para enfrentarse a los gobiernos de Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque.
“Todo pareciera cambiar ahora que está Gustavo Petro, pero solo por una cercanía ideológica y no como algo institucional. Ni Chávez ni Maduro separaron sus diferencias políticas de los gobiernos colombianos de la relación comercial”, dijo un empresario colombiano vinculado al sector de los hidrocarburos.
El tema Monómeros no pasa por alto y se convierte en el cuarto factor que pesa en negativo contra Venezuela por la forma cómo las directivas nombradas por la oposición, a través de la Asamblea Nacional de 2015, en los últimos cuatro años utilizaron la compañía para asignar recursos a los partidos políticos.
Se insiste en que la principal irregularidad la propició Carmen Elisa Hernández para favorecer las cuentas del partido Voluntad Popular. Por cierto, fuentes del sector petroquímico colombiano aseguran que Hernández se fue de Colombia antes de la segunda vuelta que ganó Petro y utilizó su nacionalidad española que tiene gracias a sus progenitores para residenciarse definitivamente en Madrid.
PUBLICADO: 01 de diciembre de 2022