Por Andrés Rojas Jiménez
La Cámara Petrolera de Venezuela, encabezada por su presidente Reinaldo Quintero, ha venido sosteniendo una serie de encuentros y consultas con el fin de presentar una propuesta que permita atender el problema de la caída de la producción, que según la evaluación hecha por técnicos de esta organización gremial en 70% se debe a fallas en la infraestructura y 30% a aspectos vinculados con las operaciones en el subsuelo.
El plan representa una inversión por el orden de 30.000 millones de dólares, y forma parte de los aspectos que este gremio presentará a las autoridades del Ministerio del Petróleo, PDVSA, así como otras instancias vinculadas al ámbito legislativo con el fin de tomar acciones que permitan frenar y retomar la tendencia alcista en el plazo de año y medio.
¿Cuáles son los puntos medulares que tiene la propuesta que presenta la Cámara?
Los aspectos medulares se dividen por áreas operativas, principalmente estamos comenzando por la parte de producción de crudo, que es lo relacionado con exploración y producción en sí; y lo primero está focalizado en estabilizar la producción, es decir, en alcanzar un status quo que está alrededor de 1 millón 500.000 barriles diarios; y después se quiere agregar un incremento de producción entre 500.000 barriles y 1 millón de barriles al día. El trabajo inicial es tratar de aumentar la producción en 1 millón de barriles sobre la base de lo que actualmente está declinando.
¿Cuál es el plazo para alcanzar ese objetivo?
Mínimo 18 meses para estabilizar.
¿Eso es posible en ese tiempo?
Es posible alcanzarlos en 18 meses para detener el declive de la producción, y un tiempo similar para la parte de incremento.
¿Tienen focalizado en cuáles áreas geográficas se podría hacer eso?
En las áreas tradicionales de los estados Anzoátegui, Monagas y Zulia.
¿Lo que tradicionalmente se ha llamado campos maduros?
Sí.
¿Qué características tiene ese petróleo?
Primordialmente es liviano y mediano, aunque en algunas partes es pesado.
¿Esa explotación forma parte de la gestión directa de PDVSA o empresas mixtas?
Eso forma parte del esfuerzo propio de PDVSA, y algunos se han cedido bajo la figura de convenios operativos de servicios, aunque estos todavía no han dado el impacto que se espera.
¿La producción que se tiene actualmente es de empresas mixtas?
Básicamente sí.
¿Cómo la propuesta de la Cámara se pudiera sumar a la actividad que realizan las empresas mixtas?
Las empresas mixtas se acompañan de nosotros. No están solas sino que están rodeadas de un conglomerado de empresas de servicios y productos que le suministramos a la industria petrolera. Nosotros estamos muy activos y en cuanto a complementarnos sería a través de los planes que esas empresas tienen para estabilizar la producción. Entre dichos planes se encuentra lo que se llama producción diferida, que se refiere a todo lo que está afectado por factores externos como fallas en el suministro eléctrico o hurto de equipos y materiales. Podemos apoyarnos mutuamente y materializar estos incrementos por reducciones de pérdida.
¿Cómo quedan los contratos que se han suscrito ya con PDVSA?
Se han suscrito acuerdos con PDVSA. Hemos hecho un planteamiento, pero no hemos terminado de firmar los acuerdos porque se tiene pendiente los contratos de manejos de cuentas, productos y anexos de financiamiento. Esos son puntos neurálgicos en la contratación.
¿Cuál de los problemas se debería atender de manera inmediata?
El referido a la seguridad de manera que las autoridades del Estado refuercen la custodia de las instalaciones; y el de infraestructura, que tiene un deterioro natural y normalmente requiere de reinversión o mantenimiento metódico para mantener la capacidad de los equipos.
¿A cuánto asciende la inversión del plan que están proponiendo?
Para la primera fase, de estabilización de la producción, estamos hablando de entre 20.000 millones y 25.000 millones de dólares; y para mantenimiento en el área de refinación de 3.000 millones de dólares, más 2.000 millones de dólares para el sector petroquímico.
¿De dónde provendrá ese dinero?
Bajo condiciones viables, se pudiese conseguir financiamiento internacional, aunque en este momento está impedido por las sanciones de Estados Unidos. Pero existen otros bloques económicos que podrían dar ese aporte. Ahora, no se debe dejar de menospreciar el gran impacto que tienen las sanciones sobre la producción petrolera.
¿Qué contempla el plan en materia de refinación?
Rehabilitar el Centro de Refinación de Paraguaná, en específico el complejo de Cardón; y la de El Palito, y también la de Bajo Grande en el occidente del país. También, realizar un mantenimiento mayor en la refinería de Puerto La Cruz, y allí también concluir el proyecto de Conversión Profunda para refinar productos propios de la faja del Orinoco.
Ha señalado que 30% de la caída de producción se debe a problemas en el subsuelo, ¿Por qué?
Hay pérdida de presión en los yacimientos por falta de inyección de gas o vapor. Se requiere de maquinarias. Además de rehabilitar las plantas de compresión de gas y la inyección de vapor de agua.
¿Eso puede resolverse en 18 meses?
Eso debe hacerse de manera paralela a lo que se realice en infraestructura.
¿Los dos trabajos deben hacerse simultáneamente?
Sí. Estableciendo las prioridades y teniendo los recursos, que dependen de las condiciones correctas de financiamiento y contratación.
¿La propuesta de la CPV se concentra sólo en esos 18 meses?
Nosotros vamos a dividir la propuesta en corto, mediano y largo plazo. A corto plazo, es la parte referida la estabilización de la producción al nivel viable, de manera que tenga un piso y luego vamos a ir incrementando y eso hay que hacerlo bajo una ruta de prioridades y posibilidades que tienen que ver con el dinero y con la viabilidad del flujo de caja del proyecto que se reinvierta en la misma industria. Hay que tener una disciplina fiscal definitivamente sobre los flujos de caja.
¿Esos yacimientos tradicionales tienen la opción de elevar su producción por encima del volumen de 1 millón que se tiene previsto?
Tienen posibilidades de un volumen incremental pero lo estamos tratando con un criterio prudente, como es el de lograr un objetivo primario como es el de estabilizar y detener la declinación.
¿La CPV tiene cifras del personal que se les ha ido a sus empresas agremiadas y qué áreas?
La realidad de nosotros no escapa a la de Venezuela porque existe una gran diáspora. Hemos perdido mucha capacidad humana por gente que ha ido al exterior por diversas razones, primordialmente por calidad de vida y por salarios que no son competitivos; pero vemos una gran oportunidad porque muchos de ellos están tratando de regresar y tiene la intención de hacerlo donde están sus familias, siempre y cuando las condiciones mejoren; y las condiciones deben incluir aspectos de seguridad social mínimos y salarios que sean decentes, de manera que les permitan satisfacer sus necesidades de consumo como alimentos, medicina y educación. A raíz de ciertas publicaciones que hemos hecho, hemos recibido llamadas de personas, que estaban jubiladas, con mucha experiencia y que manifiestan que están dispuestas a trabajar y regresar. Eso es una gran oportunidad para educar una mano de obra nueva. Eso nos permitirá acelerar la curva de aprendizaje de ese nuevo personal. El nivel de educación del venezolano es alto.
¿Tienen estimados de personas que se han ido?
No sabemos cuántos realmente pero son miles si tomamos en cuenta las millones de personas que se han ido del país.
En el pasado Venezuela estaba prácticamente sola en América del Sur en el sector petrolero pero ahora están Brasil, Argentina, Colombia y ahora se suma Guyana. ¿De qué manera impacta esa competencia?
Consideramos que Venezuela sigue siendo un país prioritario geopolíticamente desde el punto de vista energético. Los ojos del mundo están en nosotros, no solo por razones políticas sino estratégicas y económicas. En la medida que nos pongamos de acuerdo y estabilicemos el sistema socio-político, en esa misma medida se va a lograr atraer capital. La primera reserva del mundo es la faja del Orinoco, es bien conocida; y si quitáramos la faja, la primera reserva de petróleo probada de América del Sur es el estado Zulia. Eso habla por sí sólo, el petróleo está allí y nosotros no podemos desviar de nuestra mente, como venezolanos, que tenemos petróleo y que es un valor muy importante el conocimiento sobre el manejo y la industrialización del petróleo. Por tanto, tenemos la materia prima y el conocimiento. Eso tiene que ser un norte inequívoco de todos los venezolanos. Tenemos petróleo y sabemos qué hacer con ese recurso, lo demás es un asunto de capital y complementación de tecnología.
¿La situación cambiaria ha perjudicado a la industria petrolera?
El tema cambiario se ha ido regularizando con la liberación que se ha ido haciendo.
¿Esa tasa del DICOM es la que rige al sector petrolero?
Sí porque es la tasa legal.
¿Cómo afecta la inflación los proyectos petroleros?
El tema inflacionario no permite calcular proyectos más allá de cierta cantidad de tiempo, y sólo se puede tomar como referencia o escalar a tres meses, dependiendo del tiempo del proyecto y obviamente se tiene que hacer en divisas porque en bolívares no es viable.
¿Los costos internos de un proyecto están dolarizados?
Sí. Tenemos una economía que está en proceso de liberalización y dolarización más una inflación que está en dólares y está afectada por la cultura de los márgenes. Hay que empezar a hacerse competitivo y los márgenes no pueden ser los históricos que tradicionalmente hemos tenido en la economía venezolana, porque está distorsionada por los subsidios y una cultura populista.
¿De qué manera la propuesta de la Cámara suma o complementa toda esa diversidad de propuestas que hay en materia de hidrocarburos y que incluye a los planes de PDVSA?
La industria petrolera nacional no es un solo sector ni una sola compañía u organización. La industria petrolera nacional somos todos: la Asociación Venezolana de Hidrocarburos, la Asociación Venezolana de Procesadores de Gas, PDVSA, las empresas mixtas, nuestros agremiados, las universidades y todos los que trabajamos en el sector. Entonces lo que buscamos es armonizar y orquestar esos recursos porque eso es vital, entre otras razones para reducir costos.
¿Cómo queda el gas natural en esa propuesta que está haciendo la Cámara?
Hemos estado activos en los proyectos que se han ido ejecutando para la parte de infraestructura, compresión y almacenaje. Es el primer y vital insumo de la industria petroquímica. No se pueden remediar las plantas petroquímicas si no se cuenta con el gas. Petroquímica es primordialmente gas. Gran parte de la presión que se necesita en los yacimientos y los campos tiene que ver con gas, entonces eso impacta todo el resto de la cadena más todo lo que se expande hacia la población del gas como una fuente de energía de combustible doméstico.
¿El sector petroquímico también lo están incluyendo en el plan?
Está incluido para la recuperación de todos los complejos que impactan en el área de fertilizantes, como el de Morón, para favorecer al sector de la agroindustria; y el Ana María Campos, en lo que respecta a la línea de olefinas, para el sector del plástico, que favorecerá al sector de empaques, alimentos, al farmacéutico y de higiene personal.
¿Cuántos empleos se podrán generar con este plan?
La cadena transversal que impacta el sector petrolero es bien amplia. Por cada empleo que se genera directamente en el sector petrolero se crean tres en otras actividades económicas, y cada 10 millones de dólares invertidos en infraestructura superficial genera alrededor de 300 puestos de trabajo durante la ejecución del proyecto.
En una segunda fase, ¿hay un planteamiento de la Cámara Petrolera para que se revise algunas de las legislaciones?¿Una reforma a la Ley Orgánica de Hidrocarburos?
Sí, pero no lo estamos promoviendo en este momento. Más bien queremos señalar que no hace falta más leyes para trabajar y hacerlo bien. Para hacer las cosas bien y aumentar la producción solo se necesita voluntad política y el pasado demuestra que no se requiere de una legislación sino que la gente haga su trabajo y de forma correcta y transparente. El otro aspecto está en que cuando se hace una modificación o reforma legal, se detienen las inversiones porque están sujetas a un tema de confianza y usualmente ocurre que las empresas se detienen hasta revisar y evaluar un nuevo marco legal; y en tercer lugar, cuando se comienza a legislar se necesita un tiempo de ejecución y si se tiene una emergencia operativa, como la que tenemos actualmente porque la producción viene declinando, no se le puede someter a una discusión política. Creo que parte del declive de la producción es consecuencia también de la discusión política que se ha dado en materia petrolera. Considero que se debe separar entre qué hacer y cómo hacer con el petróleo.
¿Se debe reformar o derogar la Ley que Reservo al Estado Actividades conexas y que sirvió para estatizar empresas de servicios?
Eso hay liberarlo o derogarlo porque eso permitiría ayudar a elevar la producción; y de igual manera en el área de actividades primarias, no necesariamente PDVSA se tiene que reservar la parte operativa y más bien lo que se requiere es control desde el punto de vista fiscal en el pago de regalías e impuestos.
¿Eso sin que el Estado pierda la propiedad?
En lo que no debe haber discusión es que el petróleo es de los venezolanos.
PUBLICADO: 12 de febrero de 2019