Andrés Rojas Jiménez
La más reciente edición de Expo Fedeindustria, la organización gremial que agrupa a la pequeña industria en Venezuela, sirvió por segundo ano para que empresa del sector, también agrupadas en Petropimi, pudieran participar en la rondad de negocios con representantes de empresas públicas, comenzando con Bariven, la filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) encargada de las compras y contratación de bienes para el sector de los hidrocarburos en el país.
El presidente de Petropimi, Reinaldo Quintero, se refiere a los resultados obtenidos de manera preliminar, reitera su critica a las sanciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos, pero también recuerda que hay varias restricciones en el país que frenan esta actividad productiva y se convierten en “auto sanciones” o “auto bloqueo”.
- ¿Qué perspectivas dejó la ronda de negocios de la más reciente Expo Fedeindustria para la pequeña empresa proveedora de bienes y servicios del sector de los hidrocarburos?
-Las perspectivas son muy buenas en el sentido de que haya contenido local, es decir, que se transforme materia prima en bienes y servicios para atender a la industria petrolera y al resto del sector energético. En esa rueda de negocios, además de PDVSA, también hubo otros actores como Corpoelec o las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana, que también fueron atendidos por los participantes de los diferentes sectores como el petrolero, gasífero y energético. Se llevaron a cabo unas negociaciones particulares de rubros específicos como lubricantes fabricados en el país, metalmecánica, químicos, tecnología y suministros generales.
-Tomando en cuenta que PDVSA acumula retrasos en sus cuentas por pagar y a esos se agrega las complicaciones financieras que afronta por las sanciones. ¿Cómo ha ido avanzando el pago a los proveedores nacionales?
-Ese es un punto importante. En la rueda de negocios y en particular a través de la presidencia de Fedeindustria y de Petropimi se hico énfasis en dos cosas: por un lado, el compromiso de nosotros de garantizar calidad, cantidad y tiempo de entrega; y por el lado de ellos, el pago puntual, anticipos y de atender las condiciones contractuales. No estamos totalmente satisfechos, pero con la nueva directiva de PDVSA y la atención del ministro Petro Tellechea eso ha ido mejorando. Se han comprado partes nacionales y también por parte de la Vicepresidencia Ejecutiva, que forma parte del Consejo de Economía Productiva, que en su último encuentro en el estado Carabobo señaló la importancia de agotar el contenido local en términos de mejorar la participación porque de allí es que viene la creación de empleos locales. Es cierto que hay un rezago de cuentas por cobrar que corresponde a otras administraciones de PDVSA.
-La apreciación cambiaria del bolívar encarece la producción nacional y a eso se agrega la competencia desleal que denuncias gremios empresariales porque no se cobran impuestos, lo que determina que un producto hecho en el país sea más caro que uno importado. ¿Eso ocurre en el sector de los hidrocarburos?
-Yo no hablaría de competencia desleal como tal, pero sí en desventaja porque de alguna forma en las aduanas no se lleva una política de aranceles y eso es un tema que se ha discutido con el Seniat para crear alguna barrera no proteccionista sino de justicia que lleve a una similar capacidad y competitividad con productos importados. Cuando se compite con productos o commodities, que se fabrican en China, por supuesto que impacta mucho porque la economía de escala en ese país no la tenemos nosotros, pero lo que sí está claro es en la generación de empleos y es parte de la soberanía cuando se le compra un mismo bien a un productor nacional. Ese es parte del bienestar y del progreso que debemos llevar a la sociedad porque el contenido local es el que genera el empleo e impulsa la economía del país.
-Se han firmado unos contratos entre PDVSA y transnacionales para impulsar la producción en empresas mixtas, que incluyen un mayor control gerencial por parte de esas compañías. ¿Esos acuerdos permiten comprar bienes y servicios nacionales o el local se ve perjudicado?
-Si, pero no al volumen que se esperaría y eso es algo que hemos estado conversando. Las puertas se han mantenido abiertas y el diálogo ha fluido, pero no al nivel que queremos porque bajo sanciones y lo que llamo “auto sanciones” como es el caso de la Ley que reservo al Estado los servicios conexos de las actividades primarias en el sector de los hidrocarburos, aprobada en mayo de 2009 y que surgió de un conflicto, pero esa legislación ocasionó que el sector nacional se viera afectado y desarticulado. Cuando se va a iniciar una operación con una multinacional, ellos tienen un conglomerado de empresas de otros países que los han acompañado en otras áreas geográficas porque están más articuladas y por supuesto pueden ofrecer productos quizás de una forma más competitiva o más rápida. Esas son las cosas que hay que ir rectificando. Adicionalmente, debo mencionar que el término de procura bajo emergencia también nos pone en desventaja porque las importaciones se justifican en esa situación; pero si estamos haciendo buenas planificaciones en la industria, no debería haber tantas emergencias y deberíamos tener una orientación de una política de Estado que permita desarrollar el contenido local. Hay conversaciones y hay voluntad, pero nos hemos encontrado que a veces no hemos estado articulado.
- ¿Las sanciones le complican la operatividad a las pequeñas empresas privadas que son proveedoras de bienes o servicios de la industria petrolera?
-Las medidas coercitivas y unilaterales siempre van a afectar porque aun teniendo una licencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos se va en contra de una medida restrictiva política que afecta el derecho económico y la movilidad financiera, tecnológica o de acceso de mercados. Hay una cantidad de documentación que se debe presentar y que tiene que ver con la asociación para la licencia, autorización o carta de conformidad. Estamos hablando de medidas restrictivas, pero luego cuando se restablece un nexo con un proveedor, una línea de crédito y se está claro que se cuenta con una licencia. Antes de eso se debe pasar por un proceso para que todo sea claro y explícito
- ¿Cómo se encuentra la operación de las refinerías sobre todo cómo queda la situación luego que cesó la Licencia General Nº 44?
-Como dije las medidas coercitivas y unilaterales son siempre restrictivas y de ninguna manera agregan libertades de operación; pero allí es donde resulta importante darle valor al contenido local porque si se desarrolla, no deberíamos necesitar diluyentes. Eso es un modelo de negocios que no se justifica en un país con hidrocarburos como es el caso de Venezuela. Nosotros tenemos diluyentes como son los líquidos del gas natural o los condensados. Hay tantos procesos químicos que nosotros debemos desarrollar para que esas sanciones o factores externos no impacten. El ministro Tellechea lo dijo claramente que se tenía que continuar con o sin licencias y se tenían que buscar los factores necesarios para lograr la libertad y movilidad que necesitamos para la industria porque sí afecta e incide en el crecimiento.
- ¿Cuál puede ser la tendencia de la producción petrolera para los próximos meses?
-Se presentaron una cantidad de solicitudes ante la comisión calificadora de la OFAC del Departamento del Tesoro. Hay empresas de diferentes tamaños, operaciones y rubros que han obtenido licencias para seguir avanzando sobre la base de la transparencia y atender determinados sectores y nichos. Para mí la producción de 910.000 barriles diarios es un numero sensato y real. No estoy tan de acuerdo con la cifra de las fuentes secundarias y de lo que he visto en las empresas mixtas como Petro Piar y Petro Independencia, Petro Boscán y Petro Independiente veo que se ha ido incrementando la producción, al igual que otras operadoras como Maurel & Prom, Repsol y ENI. Creo que la flexibilización de sanciones ha ayudado para que esa cifra se alcance y ojalá se pueda cruzar la barrera de un millón de barriles y seguir creciendo sobre la base del trabajo, la transparencia y la tecnología y el tiempo que requerimos para hacerlo.
-Desde la época que estaba en la Cámara Petrolera de Venezuela dijo que no solo había que levantar las sanciones sino también las “auto sanciones” en referencia a esas medidas internas que pesan negativamente sobre la actividad petrolera. ¿Cuál debería ser la auto sanción inmediata que debería atenderse?
-La ley que mencione anteriormente de mayo de 2009 que reservó las actividades conexas de bienes y servicios para la industria. Eso hay que flexibilizarlo y liberar la capacidad para que el actor privado puedan trabajarlo es importante.
- ¿Qué respuesta han recibido de las autoridades y del propio ministro sobre este planteamiento?
-Hay un consenso y veo una postura bastante más sensata para una reforma de una ley que vino de un conflicto que se ha ido resolviendo. Nosotros como venezolanos ya hemos entendido que, si no hay armonía y no tenemos paz, no podemos tener buena economía ni calidad de vida. La paz es lo que da la capacidad de que vuelva a crecer la economía, la capacidad de trabajar y crear un modelo de negocio público-privado donde comencemos a trabajar con confianza y sobre todo sin esta auto sanción como es no cumplir con los contratos que se firman ni con las condiciones de pago y del lado nuestro cumplir con las condiciones, los términos de calidad y tiempo de entrega, que se ve acompañado con el cumplimiento de las condiciones financieras porque de lo contrario no es viable una operación.
- ¿Ve factible que el parlamento pueda incluir una modificación de esa ley?
-Doy fe que en las conversaciones hay voluntad, entendimiento y que si se hace haría mucho bien y agregaría valor a la economía nacional y sobre todo a la libertad para que podamos otra vez asumir operaciones en modelos de negocios transparentes y sensatos y se pueda atender la industria de la mejor forma porque esta ley es un auto bloqueo o auto sanción. Esa ley hay que flexibilizarla, hay que darles movilidad a los modelos de negocios.
PUBLICADO: 20 de junio de 2024