“Cuando uno ve un precio de algo en Venezuela todo es una millardada. Eso hace inmanejable el uso del bolívar para empresas y personas”, señala el economista Víctor Álvarez. En tal sentido, es del criterio que la administración del presidente Nicolás Maduro, en conjunto con el Banco Central, se dirija en una dirección para asignarle al petro funciones propias del bolívar, lo que implica ir hacia un cambio de monedas como ocurrió en los años 80 y 90 en otros países de América Latina que afrontaron un proceso de hiperinflación como Argentina, Brasil, Bolivia o Perú.
“Si uno revisa el libro blanco del petro pareciera que el Gobierno avanza en una reforma monetaria y utiliza esa criptomoneda para desplazar al bolívar, que prácticamente está a punto de desaparecer porque ya perdió las funciones propias que debe tener una moneda”, advierte Álvarez. “Al petro se le está dando la posibilidad de utilizarlo para pagar a proveedores o para impuestos y se establecen criterios sobre la paridad que tendría frente a otras divisas, estamos frente a una nueva moneda”, acota.
El economista señala como en la actualidad ya el bolívar no cumple su papel de servir de unidad de cuenta debido a que cada día los precios están variando y se asume como referencia otras divisas. Tampoco cumple la función de medio de pago porque las transacciones se realizan en dólares, euros e incluso pesos colombianos; y no cumple el papel de reserva porque perdió toda posibilidad de uso para el ahorro y la inversión.
“Ahora no se trata de una reconversión monetaria como ocurrió en 2008 cuando se le eliminaron tres ceros al bolívar, sino de una reforma monetaria porque ahora debe contemplarse la emisión de una nueva moneda pero eso obligatoriamente requiere de medidas que corrijan la hiperinflación para generar confianza”, advierte.
A criterio de Álvarez, la única salida para que el Gobierno logre restituir el valor de la nueva moneda pasa porque se adopten medidas para corregir el déficit fiscal, sobre todo el que afrontan las empresas públicas, comenzando por Petróleos de Venezuela, lo que implica también corregir la política de subsidios; en segundo lugar, eliminar toda emisión financiera sin respaldo como la política de préstamos del Banco Central a PDVSA; y tercero, concretar un refinanciamiento de la deuda pública externa, que también incluye a PDVSA.
El nuevo DICOM
Victor Alvarez elogia que finalmente el Gobierno haya decidido eliminar la tasa de divisas protegidas (el llamado dólar DICOM) porque por un lado se pone fin a la asignación de divisas a 10 bolívares por dólar y se da un paso hacia la unificación cambiaria.
“El problema se presenta por el hecho de que el mecanismo de subasta no es libre y mantiene los incentivos para que exista una tasa paralela y la paridad con la que salió (por el orden de 25.000 bolívares por dólar) representa un octavo de la que tiene el mercado negro”, advirtió.
PUBLICADO: 06 de febrero de 2018