El director de la consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, advierte que la caída en los ingresos petroleros de Venezuela por exportación de crudo marcará un récord en 2020, al estimarse que puedan desplomarse en 60% e incluso, podrían reducirse hasta 80% con respecto a 2019.
Para que se tenga una idea de los escenarios que tiene esta firma, los ingresos por exportaciones de petróleo pudieran ni siquiera llegar a 5.000 millones de dólares en solo un año, es decir, menos de 5% de lo que percibió Hugo Chávez en el año del boom que se registró en 2007.
“Nunca antes Venezuela se había enfrentado a una caída de los ingresos petroleros por divisas como la que se puede enfrentar este año 2020, que prácticamente deja al gobierno sin capacidad de cubrir los gastos mínimos que, en este momento, es importar alimentos y combustibles”, dijo Oliveros. “El aporte fiscal del petróleo es cero, porque no hay capacidad de recaudar regalía ni impuesto sobre la renta”, añadió.
-Hay personas y analistas que han señalado que el colapso de los precios del petróleo es prácticamente insignificante para Venezuela, debido a la caída en la producción. ¿A su criterio esto es así?
-No estoy de acuerdo con quienes piensan que la caída de los precios del petróleo no va a afectar a la economía venezolana. Si bien el gobierno ha venido haciendo uso de otros ingresos por la vía del oro y de otros minerales, el petróleo sigue representando cerca de 75% de los ingresos del país y sigue siendo la fuente más importante de ingreso formal del Estado venezolano. Así que una caída de los precios petroleros, de la magnitud que estamos viendo en este momento, significa un colapso en el flujo de caja del Estado venezolano, que tiene consecuencias para el gobierno y para los ciudadanos que vivimos en Venezuela. Las más evidentes tienen que ver con la incapacidad para importar productos y alimentos para las llamadas CLAP y también combustibles, que se ve seriamente afectado. Por otro lado, el colapso en los ingresos petroleros provoca que el gobierno tenga más incentivos para generar o fabricar dinero artificialmente desde el Banco Central de Venezuela y eso lo vamos a pagar los venezolanos con inflación y un alto nivel de devaluación en el tipo de cambio.
-¿Eso explica lo que hemos visto en los últimos días con el comportamiento del tipo de cambio?
-En parte sí tiene que ver con esto, con el colapso de los ingresos, pero también con la caída de lo que es la economía informal, la economía negra y el efecto de las remesas. La oferta de divisas, tanto formal como informal, ha caído de forma significativa desde que se profundizó el mecanismo de cuarentena y de distanciamiento social. Hay una caída muy drástica en la oferta de divisas y eso está presionando de forma muy agresiva el tipo de cambio.
-Ustedes como firma consultora han tenido que revisar los escenarios económicos, ¿en este momento, desde el punto de vista de los ingresos petroleros, hacia dónde están apuntando en lo que resta del primer semestre y el segundo semestre de 2020?
-Hemos hecho dos escenarios. Nuestro escenario base sigue siendo un precio petrolero para Venezuela de 24,50 dólares por barril, porque obviamente creemos que una vez que pasen la cuarentena y el distanciamiento social en la mayoría de las economías del mundo a partir de mayo, puede haber una leve recuperación de los precios. Ese es hasta ahora nuestro escenario base y no tenemos razón para cambiarlo. Con ese escenario, estamos viendo una caída de los ingresos del petróleo de Venezuela de más o menos 63%; y, adicionalmente, estamos viendo el déficit externo en un poco más de 7.000 millones de dólares. Sin embargo, hemos hecho un escenario alternativo, al considerar qué pasa si los precios petroleros se mantienen por debajo de 20 dólares por barril, con un precio para Venezuela de 18 dólares por barril, y allí la caída de ingresos es de casi 80% y el déficit externo se acerca a los 8.500 millones de dólares.
-¿Cuántos ingresos aportará el petróleo en cada escenario?
-Calculamos los ingresos netos de petróleo, es decir, netos de todo lo que son las importaciones de crudo y el cumplimiento de los convenios. Digamos la caja que le queda efectivamente al gobierno, y en el primer escenario -el de 24,5 dólares por barril- estamos hablando de ingresos entre 4.000 millones y 4.500 millones de dólares; y en el segundo escenario -de 18 dólares por barril- ingresos entre 2.800 millones a 3.000 millones de dólares. Nunca antes Venezuela se había enfrentado a una caída tan drástica del ingreso petrolero por divisa como la que puede enfrentar en 2020, que prácticamente deja al gobierno sin capacidad de cubrir los gastos mínimos que en este momento está haciendo, como es importar alimentos y combustible.
-¿Ingresos por exportaciones petroleras en medio de las sanciones?
-Esos son los ingresos al año. Por supuesto, abarca los ingresos de enero, febrero y parte de marzo y luego algunos ingresos que pudieran venir después de junio. Ese es un poco el escenario que nosotros tenemos. Si te vas al escenario de hoy, de lo que pudiera ser la segunda quincena de marzo, todo el mes de abril y parte de mayo, el gobierno estaría prácticamente sin recibir casi nada de caja. Serían mínimos los niveles de ingresos que pudiera estar recibiendo en estos meses, no solamente por el efecto de la sanciones sino por la disrupción que existe en el mercado petrolero internacional.
-¿Qué opciones de ingresos o financiamiento puede tener el gobierno? ¿Venta de oro y la emisión de dinero por parte del Banco Central de Venezuela (BCV)?
-En el escenario base, el de 24,50 dólares por barril, las necesidades de financiamiento están por el orden de 7.500 millones de dólares. De ese monto, un poco menos de la mitad -como 40%, que son alrededor de 3.600 millones- son compromisos de deuda con Rusia y China. Pudiéramos asumir que los gobiernos de Rusia y China si bien no van a darle dinero fresco a Maduro, sí pudieran darle un período de gracia para el pago de la deuda y eso le pudiera ayudar para recortar, por lo menos, 40% del déficit externo de este año. Otra fuente de financiamiento pudiera ser la venta de oro de las reservas internacionales. Calculamos que por allí pudieran entrar, en la medida que se puedan conseguir compradores para ese oro en el marco de las sanciones, entre 1.800 millones y 2.200 millones de dólares. Eso es un poco lo que pudieran hacer para hacer frente a la brecha externa. Es decir, prácticamente entre 3.600 millones, si es que Rusia y China le dan apoyo al gobierno de Maduro, más 2.200 millones de dólares por el oro. En ese caso estaríamos hablando de casi 6.000 millones de dólares de la brecha total por 7.500 millones dólares que ellos pudieran cubrir este año. Por supuesto, al finalizar el año Venezuela quedaría en una situación extremadamente comprometida en términos de su posición de activos externos y en una situación grave en términos de lo que pudiera enfrentar de cara a 2021. Pero, como siempre, el régimen de Maduro es un régimen que vive al día y tiene años en esa filosofía de un día a la vez. Creo que lo más importante para ellos es poder cerrar la caja en 2020 e independientemente del escenario adverso que se pueda tener en 2021. Sin embargo, eso hace pensar que los niveles de importación de alimentos, de medicinas o de combustibles van a estar muy restringidos este año por esta situación de caja. Luego está lo del financiamiento monetario, eso es principalmente la incidencia fiscal. Como se tiene una caída tan drástica en los ingresos petroleros por exportaciones, prácticamente desde el punto de vista fiscal no está teniendo ingresos, es decir, ingresos que se materialicen en bolívares y, por lo tanto, la única forma de sostener el gasto en bolívares es recurrir al BCV. Por eso hemos empeorado nuestro escenario de inflación. Antes del COVID-19, teníamos un escenario de inflación de 2.700% para este año y nuestro nuevo estimado ahora está en el rango entre 12.000% y 15.000 % por el deterioro fiscal y por el aumento del financiamiento monetario.
-¿Sería la primera vez que Venezuela, en sus más de 100 años de historia petrolera, tendría unos ingresos petroleros tan bajos, nada comparable con otro colapso como en 2008 o en los años 80 del siglo XX?
-Nunca antes que yo recuerde o revisando las estadísticas. Pudiéramos estar hablando de ingresos petroleros por debajo de 5.000 millones de dólares a lo que pudiéramos tener hoy y, adicionalmente, lo más grave aún es no tener aporte fiscal del sector petrolero. Este año en la gestión fiscal el aporte fiscal del petróleo es cero, no hay capacidad de recaudar regalías ni impuesto sobre la renta.
-¿Mucho menos dividendo de Pdvsa?
-Exactamente. El aporte fiscal por petróleo es cero. Solo queda el Seniat, que estaría aportando entre 2,5% y 3% del producto interno bruto (PIB) para un gasto que puede estar entre 15% y 16% del PIB y un déficit que podría estar por el orden de 12% del PIB y que tendría que ser financiado mediante expansión monetaria.
-Si se comparan esas cifras con las obtenidas durante un buen momento que haya tenido el presidente Chávez, ¿a cuánto llegaron los ingresos petroleros y cuál fue el aporte fiscal de Pdvsa?
-Venezuela llegó a tener ingresos por exportaciones petroleras cercanos a 100.000 millones de dólares al año, un nivel bastante significativo en el período entre 2007 y 2010 y los ingresos fiscales petroleros representaron casi 10% del PIB. En ese momento, con un PIB que estaba más o menos entre 350.000 millones y 400.000 millones de dólares, estamos hablando de ingresos fiscales petroleros entre 35.000 millones y 40.000 millones de dólares, una cifra significativa e importante y de lo que era el peso del petróleo en la ejecución de gastos en Venezuela. Estos niveles que estamos viendo hoy son inéditos para el país, porque nunca antes habíamos tenido una baja tan drástica en ingresos por exportaciones y tampoco habíamos llegado al nivel de tener cero aporte fiscal del sector más importante del país como es el petrolero.
Esta entrevista fue publicada originalmente en el portal de HispanoPost donde pueden verla en video https://www.hispanopost.com/el-aporte-fiscal-de-pdvsa-es-0-en-2020
PUBLICADO: 26 de abril de 2020