El municipio Guajira es el territorio más septentrional del estado Zulia. Hasta 2010 llevó el apellido del general José Antonio Páez, pero eso es algo que el gobierno venezolano no permite por toda la tirria que le profesaba el fallecido presidente Hugo Chávez a uno de los más emblemáticos héroes de la Independencia y primer presidente de Venezuela después de la disolución de la Gran Colombia en 1830.
Ese territorio es el único en esa región cuya autoridad municipal, la alcaldesa Indira Fernández, es militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) porque el resto son del partido Un Nuevo Tiempo. Sin embargo, es el área de esta entidad que está más marcada por Colombia: en su capital Sinamaica y su otra localidad en importancia como es Paraguachón solo domina el peso colombiano para las transacciones comerciales a una paridad promedio de 4.000 pesos por dólar.
Tampoco a la Guajira le llegan las gandolas de la Empresa Nacional de Transporte, la filial de distribución de combustibles de Petróleos de Venezuela (PDVSA), sus estaciones de servicio están cerradas y la gasolina que se consigue proviene de Colombia: se vende en envases de agua Minalba de diferentes tamaño y se comercializa a 3.500 pesos por litro, equivalentes a 90 centavos de dólar por litro, precio que supera en 40 centavos el valor internacional que tiene la gasolina en Venezuela.
En los siete años que formalmente estuvieron cerradas las fronteras entre Colombia y Venezuela y en el tiempo que las relaciones diplomáticas estuvieron interrumpidas entre ambos gobiernos, el cruce fronterizo de la Guajira estuvo abierto, aunque sin las formalidades de control migratorio como ahora sí ocurre.
Tras la reapertura formal los vehículos de carga procedentes de Colombia han intensificado los traslados, pero incumpliendo la normativa de peso que rige al sector del transporte, situación que está ocasionando un deterioro acelerado en la carretera entre Maracaibo y Paraguachón, principalmente en el último tramo que va desde Sinamaica hasta lo que se conoce como La Raya, que es el límite entre los dos países.
Por el lado colombiano sí se cumplen las restricciones de carga y es notable la calidad de pavimento desde las carreteras que salen de la ciudad de Riohacha, capital de la Guajira colombiana, hacia Santa Marta, Barranquilla y Valledupar.
PUBLICADO: 06 de noviembre de 2023