Una de las ventajas que tuvo la Licencia General Nº 44 de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC), que definitivamente cesó el pasado 31 de mayo, fue que permitió a Petróleo de Venezuela (PDVSA) importar productos refinados desde los Estados Unidos, algo que no realizaba desde principios de 2019 cuando entraron en vigencia las sanciones comerciales que le impuesto el gobierno de ese país.
Entre los combustibles que puedo adquirir estuvo la gasolina y la data del la Agencia de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA) revela que entre noviembre de 2023 y marzo de este año se despacharon hacia Venezuela algo más de un millón de barriles, repartidos de la siguiente manera: 315.000 barriles en noviembre, 529.000 barriles en enero y 191.000 barriles en abril.
La referida autorización de la OFAC también permitió que PDVSA recibiera directamente diluyentes para mejoramiento de los crudos de la faja del Orinoco y los procesos de refinación.
Hasta octubre del año pasado, debido a la Licencia General Nº 41 que este mismo organismo concedió a Chevron a finales de 2022, la recepción de estas mezclas para la producción en promedio sumó cargamentos por el orden de los 450.000 mensuales recibidos exclusivamente por la empresa estadounidense. En diciembre –con la licencia 44- se pasó a 1,6 millones de barriles y en enero se cruzó el nivel de los 2 millones de barriles. En marzo pasado, no obstante, hubo una caída para cerrar en 1,2 millones de barriles.
En promedio la importación de combustibles por parte de Venezuela desde los Estados Unidos alcanzó algo más de 74.300 barriles diarios durante el primer trimestre de 2024, un aumento de 619% con respecto al mismo lapso de 2023 y algo más del doble con respecto al lapso octubre – diciembre del año pasado.
PUBLICADO: 03 de junio de 2024