La empresa Petroperú informó que diversas medidas de fuerza contra sus instalaciones en el Oleoducto Norperuano mantienen paralizada su operación y la industria petrolera en la selva norte del país.
Las protestas también afectan la generación de ingresos por canon a la región y se desarrollan sin cumplir los protocolos básicos para la prevención de COVID-19, denunció la empresa.
Entre las instalaciones agredidas están la Estación 5 del Oleoducto Norperuano que fue tomada el 28 de septiembre por 200 pobladores de los Pueblos Indígenas de Dátem del Marañón, Loreto, por lo que la empresa decidió evacuar todo su personal para salvaguardar su integridad.
Otro grupo de manifestantes de la etnia Chapra obligó al operador contratado de la Estación Morona a cortar el suministro de energía eléctrica, lo que atentó contra la seguridad de la instalación y afectó a la comunidad nativa colindante de Fernando Rosas.
La empresa denunció que estas acciones afectan a las comunidades, empresas, gobierno y población en general.
Se perjudica a las empresas que operan los lotes petroleros en la Selva, al no haber posibilidades de realizar el transporte de hidrocarburos a la costa a través del Oleoducto Norperuano.
Las autoridades y la comunidad de Saramurillo llegaron a un acuerdo para reiniciar las operaciones de descarga de hidrocarburos que habían sido interrumpidas por un grupo de manifestantes en la Estación 1.
La empresa invocó a los grupos de manifestantes que permanecen en la Estación Morona y Estación 5 para que cesen sus acciones de fuerza que perjudican su propia salud, y así poder continuar con los esfuerzos de un diálogo respetuoso para resolver los reclamos existentes.
La compañía también invocó a las instancias correspondientes a tomar las acciones necesarias para hacer cumplir la Ley y el Estado de Derecho.
PUBLICADO: 19 de octubre de 2020