La cotización del bolívar con respecto al dólar en un solo mes –durante agosto- más que se duplicó, se depreció en 86% para comenzar septiembre en una tasa oficial de 22.186 bolívares y existe consenso entre los expertos que Petróleos de Venezuela (PDVSA) propició este nuevo debilitamiento de la moneda nacional debido al pago a sus contratistas.
“PDVSA utilizó bolívares soberanos para pagar a una cantidad de de proveedores de la industria petrolera y debido a la situación de desconfianza e hiperinflación esos proveedores utilizaron estos bolívares para la compra de divisas y esa gran demanda provocó el alza del tipo de cambio”, señala Ecoanalítica en sus reportes.
La firma consultora señala que la estatal petrolera ha recibido yuanes por sus exportaciones a China y luego la corporación vendió la moneda asiática al Banco Central de Venezuela a cambio de bolívares. “PDVSA está obligada a vender al BCV las divisas provenientes por exportación petrolera para recibir bolívares”, señala Asdrúbal Oliveros, director de Econalítica.
Por parte de la compañía ni del instituto emisor se ha dado una comunicación sobre el comportamiento de la política cambiaria y más bien la tasa de cambio durante septiembre apunta a continuar despreciándose aunque a un menor ritmo que el de agosto.
Tampoco el ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, mayor general Manuel Quevedo, se ha referido a la política de honrar la deuda que se acumula con los contratistas de la empresa ni tampoco ha señalado cuál fue el saldo de ese pasivo al cierre de 2018 y durante el primer semestre de 2019.
“PDVSA tiene un flujo de caja en dólares muy mermados y cuando le paga a sus proveedores en bolívares, estos se voltean al mercado cambiario, que es muy pequeño, poco profundo y sobre el que hay mucha presión”, explica Leonardo Vera, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela. “Ahora mi impresión es que la depreciación del tipo de cambio no sólo se ha dado por los pagos de PDVSA sino también que las mesas de cambio de los bancos que ha tratado de impulsar el Banco Central de Venezuela como un mercado alternativo al paralelo”, acota.
El experto señala que existen diferentes factores por los cuales esa política del BCV no ha funcionado y se parte de la desconfianza que existe por parte de las empresas y las personas a comprar o vender divisas a través de ese mecanismo.
“Eso inhibe a muchos agentes oferentes y por eso en ese mercado que impulsa el Banco Central no aparecen los dólares y cuando los hay son muy pocos”, afirma Vera.
Agrega además que el tipo de cambio pueda mantenerse estable si las tasas de inflación mensual en Venezuela están entre 20% y 50%, aunque menciona como en marzo la cotización del dólar versus bolívar no movió y en mayo la variación fue de apenas 2%.
“En un país en el que la inflación avanza a un ritmo más rápido que el tipo de cambio, el dólar se va a abaratando al punto tal que había perdido 50% de su poder de compra en agosto y eso después tiende a corregirse”, puntualiza.
Adicionalmente menciona que hay estudios que indican que el tipo de cambio de equilibrio debería estar por 25.000 bolívares por dólar y otros señalan una paridad de 32.000 bolívares para el mes de agosto, pero esa referencia tiende a modificarse de acuerdo a lo que sea la tasa de inflación.
PUBLICADO: 04 de septiembre de 2019