La falta de recursos financieros y humanos imposibilitó que Petróleos de Venezuela (PDVSA) pudiera activar a tiempo el derrame de fuel oil ocurrido en aguas cercanas a a la refinería de El Palito, las cuales afectaron seis kilómetros de la costa oriental del estado Falcón, extendiéndose frente a Boca de Aroa, Aragüita y la población de Tucacas.
Fuentes vinculadas a la estatal señala que la activación del protocolo para la atención de derrames demoró alrededor de 48 horas en activarse, y solo se hizo cuando se recibió el alerta de funcionarios del Instituto Nacional de Parque (Inparques), quienes advirtieron sobre el riesgo de perjudicar aguas, la fauna y flora del Parque Nacional Morrocoy, advertencia que también propició que la Fiscalía General de la República abriera una investigación para determinar acciones penales.
El Ministerio Púbilco y PDVSA, sin embargo, se han abstenido de emitir un comunicado sobre el hecho, tampoco Pequiven que tiene el complejo petroquímico de Morón en la zona, incluso ninguna de las dos empresas ha informado sobre el inicio de un protocolo de seguridad dirigido a recoger el combustible y frene la expansión del derrame. En cambio, ha sido solo el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas el organismo encargado de informar sobre las acciones iniciadas para la recolección del combustible.
“En compañía del Instituto Nacional de Parques, PDVSA, Guardia Nacional Bolivariana y otros 96 voluntarios se realizó el saneamiento en las áreas afectadas del Golfo Triste por hidrocarburos”, informó el despacho de Ecosocialismo. “No hubo afectación de fauna y flora y continuaremos ejerciendo labores en las áreas afectadas para mantener y preservar estos espacios naturales”, acota.
La organización ambientalista Fundación Azul emitió un comunicado en el cual objeta la falta de información por parte de PDVSA y advierte sobre las consecuencias que tiene este daño ambiental.
“Las experiencias en este tipo de desastres nos han demostrado que con simples jornadas de limpieza y saneamiento, las cuales son realizadas cuando el problema está a la vista, y sin una sincera investigación para cuantificar magnitudes, el impacto ambiental y deterioro ecológico es irreversible”, señala Fundación Azul. “A los pocos días de presentarse derrames en el agua, hemos encontrado muchas veces fauna marina afectada en la piel por petróleo. Nos preocupa la cantidad de aves que pueden quedar petrolizadas, y las variadas especies de fauna marina envenenadas o asfixiadas por los componentes químicos disueltos en el agua que además sabemos cómo impacta en la pesca artesanal”, añade.
PUBLICADO: 06 de agosto de 2020