La producción petrolera de los Estados Unidos –gracias sobre todo a la tecnología del fracking o la fractura hidráulica- registra un crecimiento de 7,6% en año y medio de gestión del presidente Joe Biden, lo implica una variación absoluta de 850.000 barriles diarios para alcanzar 11,9 millones de barriles diarios.
La mayor parte de esta producción (56%) proviene de dos estados: Texas y Nueva México que en conjunto están aportando 5 millones y 1,5 millones de barriles diarios, respectivamente. Cada una de estas regiones registra sendas alzas de 10% y 45% en 18 meses de gobierno de Biden.
“Las empresas y capitales financieros petroleros están mirando e invirtiendo en campos petroleros de períodos cortos no mayores a siete años con tasas de retorno en tres meses y eso está estimulado sobre todo por toda la actividad del shale oil o lutitas”, comenta el economista Rafael Quiroz, docente del postgrado de hidrocarburos de la Universidad Central de Venezuela. “El presidente Biden claudica su oferta electoral ambiental y flexibiliza su postura inicial contra los proyectos de shale”, agrega.
Ese incremento en la producción ha permitido que Estados Unidos también registra un alza de 15% en sus exportaciones de crudo entre enero de 2021 y mediados de 2022 sobre todo hacia Europa con despachos que se han intensificado después de febrero de este año luego que se inició la guerra en Ucrania y se comenzaron a adoptar medidas contra la compra de petróleo de Rusia.
Pese a esta alza, la producción petrolera de los Estados Unidos está casi 8% por debajo del pico de casi 13 millones que se alcanzó a finales de 2019 durante el gobierno de Donald Trump, quien mantuvo una política más favorable para la exploración y explotación petroleras mediante el fracking.
Un punto clave para el futuro petrolero norteamericano con el gobierno de Biden está en los resultados de las elecciones de medio término del próximo 8 de noviembre, que pudieran determinar un mayor peso del Partido Republicano.
“Estados Unidos como productor tendrían que reactivar de manera considerable buena parte de los proyectos de fracking y eso iría totalmente en contra el discurso ambientalista de campaña que tuvo el presidente Biden y ese es otro tema delicado a nivel de la toma de decisión”, comenta Rudi Cresa, consultor en materia energética.”A nivel de la dependencia en cuento a las importaciones los principales suplidores de crudo de Estados Unidos son Canadá y México”, acota.
La compra de crudo extranjero durante el tiempo que lleva Biden en la Casa Blanca creció 9% (un alza ligeramente por encima de 540.000 barriles diarios) para alcanzar los 6,3 millones de barriles al día) de los cuales 76% proviene de Canadá, 12% de México, 6% de Arabia Saudita, 3% de Colombia y los restantes 3% de otros países.
PUBLICADO: 31 de octubre de 2022