El Mundo de la Energía
Viernes 22 Noviembre 2024 08:29:28 AM

Emiratos Árabes Unidos es el país de la OPEP con mejor posición en índice de felicidad y Venezuela el de mayor deterioro

Los emiratíes se encuentran entre los ciudadasnos más felices del mundo según la encuesta Gallup 

¿Hay relación entre la felicidad y el petróleo? Pareciera que sí, en los países productores y exportadores altamente dependientes de la actividad vinculada al sector de hidrocarburos; y los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) serían el mejor ejemplo del enorme vínculo entre la extracción de crudo, la riqueza y la percepción de bienestar subjetivo, también conocido como felicidad en los estudios de opinión pública.
El ranking del Bienestar Subjetivo coloca a los Emiratos Árabes Unidos como el país más feliz entre los miembros de la OPEP y en el puesto 20 a escala global. Qatar figura en el puesto 32, y Arabia Saudita, en el 33; luego está Kuwait, en la posición 45; Ecuador, en la 46; Argelia, 84; Nigeria, 91; Venezuela, 102; Irán, 106; Guinea Ecuatorial, 111, e Irak está en el puesto 117.
En el índice de 2013, los Emiratos ya aparecía como la nación con mejor percepción de felicidad de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, pero su posición mundial era mejor, pues estaba en el puesto 14; Venezuela aparecía en el segundo lugar de la OPEP y en el 20 global, mientras que Qatar era el tercero de la OPEP y el 27 en todo el planeta. En las últimas posiciones estaban Irán, Gabón y Guinea Ecuatorial, con los números 115, 138 y 150 del ranking, respectivamente.
En el ranking de Gallup, se registra que los 10 países con la mejor percepción de felicidad son Finlandia, Noruega, Dinamarca, Islandia, Suiza, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Suecia, Australia, Israel y Austria. De estas naciones, tres destacan en actividades en el sector de los hidrocarburos: Noruega, Holanda y Canadá, y el primero de estos se ha convertido en ejemplo de cómo ahorrar los excedentes de ingresos petroleros para futuras generaciones. Incluso, Noruega se ha caracterizado por predominar en ese puesto, y solo ha sido superado por Finlandia y Dinamarca.

La infelicidad venezolana
Esa vinculación sería aún mayor en el caso de Venezuela, que en momentos de bonanza petrolera –específicamente en el año 2006– figuró como el país con los niveles más elevados de felicidad, según reveló en esa oportunidad el primer Reporte Mundial de la Felicidad, realizado por la encuestadora Gallup. No obstante, desde 2014 viene mostrando un descenso en ese estudio, que refleja porcentajes de infelicidad elevados a escala general.
“El desplome de Venezuela en los indicadores de felicidad es dramático, porque en el año 2006 aparecía como el país con el mayor índice de bienestar subjetivo o felicidad de América Latina, y uno de los más altos del mundo: 26% de la población manifestaba que vivía la mejor situación posible, y 50% de la población decía que en cinco años estaría en ese renglón”, señala el economista Gerver Torres, coordinador de este estudio en Gallup. “Esos porcentajes han caído dramáticamente, y ahora vemos que hay venezolanos para quienes la esperanza de estar mejor en cinco años ha muerto o ha desparecido”, acota.
El experto comenta cómo, en más de 100 años de actividad petrolera en Venezuela, parte de la percepción de bienestar subjetivo estaba asociada a que los precios del petróleo repuntaran, lo que inevitablemente ocasionaba incrementos en los aportes de Pdvsa al Fisco, y un aumento seguro en el gasto público.
“En el pasado las personas querían saber dónde se ubicaría el precio del petróleo y basadas en eso pensaban lo bien o mal que podría estar el país. Por citar un caso: tengo un amigo que trabajaba en el Fondo Monetario Internacional y me decía que cuando venía a Venezuela todo el mundo le preguntaba en cuánto estaría el precio del petróleo, y si decía que iba a estar alto la gente percibía que el país mejoraría. Hoy las personas en Venezuela no preguntan por el precio del petróleo, sino por el precio del dólar”, añade Torres.
El gráfico indica que la percepción de felicidad en Venezuela se redujo ligeramente en 2008, pues bajó el precio del crudo, aunque luego repuntó. La caída más dramática y sostenida ha sido justamente a partir del año 2014, cuando el descenso en la cotización de los hidrocarburos se mantuvo por dos años seguidos.
“El precio del petróleo ha comenzado a recuperarse y, sin embargo, el desempeño económico de Venezuela ha venido cayendo por las extremas incapacidad, ineficiencia y corrupción del gobierno, lo que ha hecho que la producción colapse. Por eso, aunque aumenten los precios del crudo, los ingresos provenientes del petróleo son menos. Esto, que a su vez está asociado en buena parte al desempeño petrolero, se manifiesta en la caída en el índice de la felicidad”, expresa el consultor de Gallup. “Cabe resaltar que para el momento en que se recogió la data, septiembre de 2017, no se había desatado la hiperinflación que afronta la economía venezolana, por lo que los valores del índice seguramente serán peores”, agrega.
 

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PUBLICADO: 20 de marzo de 2019
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