Llegó el 12 de junio, día en el que entró en vigencia el cobro por parte de China de un impuesto a las importaciones de determinados tipo de crudo y diluyentes por parte de empresas privadas dedicadas a la refinación en ese país y persiste el hermetismo sobre los efectos que tiene la medida para las exportaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a la nación asiática.
Fuentes aseguran que las negociaciones se mantienen entre autoridades de Beijing y Caracas para evitar o posponer el cobro de este tributo, el cual perjudicaría a PDVSA en sus despachos de crudo tipo Merey y el fuel oil que se despecha hacia China con parada en Malasia.
El Ministerio de Finanzas del país asiático no ha emitido un nuevo comunicado que aclare si otorga dispensas o exenciones especiales mientras que en la estatal venezolana, según aseguran las fuentes, se mantiene la expectativa de suministros que este mes podrían alcanzar cerca de 600.000 barriles diarios con el incremento que se dio durante los primeros diez días de junio.
Las exportaciones petroleras venezolanas entre enero y mayo de este año alcanzaron un promedio de 650.000 barriles por día, una caída de 21% con respecto al mismo período de 2020.
La fuente explicó que si se llega a establecer el cobro del tributo –que en PDVSA se asume con un supuesto negado- la producción que se vería comprometida no sería en su totalidad sino un volumen que varía entre 80.000 y 100.000 barriles.
PUBLICADO: 14 de junio de 2021