Hace 10 años Venezuela figuraba no solo entre los principales suplidores de petróleo de Estados Unidos sino también de China, pero esa realidad cambió y ahora no solo perdió el mercado estadounidense debido a las sanciones, sino que tampoco figura entre los principales suplidores del país asiático.
El más reciente informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) señala que las importaciones de crudo por parte de China están sobre los 9,6 millones de barriles por día, de las cuales 16% la aporta Arabia Saudita, lo que implica alrededor de 1,5 millones de barriles día; luego sigue Rusia con un porcentaje similar; en tercer lugar Omán con 11% (algo más de 1 millón de barriles) y luego Irak con 9%, porcentaje que se aproxima a los 900.000 barriles diarios.
La OPEP no destaca a Venezuela como suplidor de crudo ni de combustibles a China como sí reseñó hace una década y más bien advierte sobre las implicaciones que tiene la decisión del cobro de un impuesto a las importaciones de ciertas mezclas por parte del gobierno en Beijing.
“Es probable que las refinerías de China aumenten las tasas de producción y la producción nacional de gasoil y gasolina para competir por una reducción en las importaciones de mezclas y de petróleo de ciclo ligero”, señala la OPEP en su reporte de junio. “Se espera que las importaciones de crudo de China se mantengan bajas en el segundo trimestre de 2021 y es probable que la laguna que existe en materia fiscal afecte tanto a las importaciones como también a las exportaciones de refinados chinos”, agrega.
Las exportaciones de Petróleos de Venezuela (PDVSA) promediaron un nivel por el orden de 649.760 barriles diarios entre enero y mayo, de los cuales al menos 450.000 barriles se han colocado en territorio chino con trasbordos principalmente en Malasia y también en los Emiratos Árabes Unidos.
Las autoridades del Ministerio de Petróleo y de PDVSA no se han pronunciado sobre la posibilidad de que sus despachos se vean perjudicados por este impuesto; mientras que los analistas o expertos en el área advierten sobre las consecuencia, aunque también dejan abierta la posibilidad de una negociación permita mantener los suministros.
“Este impuesto perjudica a países como Venezuela pero favorece a Arabia Saudita y Rusia, donde se están frotando las manos con esta decisión”, comenta Rudi Cressa, analista y docente del IESA. “De concretarse, el efecto que se espera será similar al que tienen las sanciones de Estados Unidos, tomando en cuenta que 40% o más de lo que exporta PDVSA actualmente es para China”, agrega.
El ingeniero Juan Szabo, ex vicepresidente de Exploración y Producción de PDVSA y también docente del IESA, se refiere a los costos que ocasionaría esta carga impositiva. “Este impuesto casi duplica el precio de venta del bitumen blend que contiene crudo Merey 16 y eso no hace atractivo el negocio”, dijo.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, señala que la decisión de las autoridades chinas corre el riesgo que Venezuela deje de percibir los recursos adicionales que percibe gracias al repunte en el precio del petróleo, que en el caso venezolano muestra un aumento por el orden de 50% en cinco meses de 2021. “El excedente que estamos estimando está en el orden de los 3.000 millones de dólares, pero está pendiente por ver el impuesto que pueda poner China a sus importaciones de petróleo y eso puede tener un efecto importante para el segundo semestre en Venezuela”, indicó.
PUBLICADO: 16 de junio de 2021