“Si el declive de producción continúa, PDVSA habrá llegado al final como operador petrolero”, sentenció el analista político Michael Penfold en el marco del foro sobre perspectivas 2018 del IESA, quien coincidió con el internacionalista Mariano de Alba que las nuevas sanciones que imponga el gobierno de Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro implicarán que a Petróleos de Venezuela se le restrinja o prohíba importar combustibles desde Estados Unidos.
Ambos analistas también concordaron en señalar que las sanciones contra PDVSA están ocasionando la ingobernabilidad de la administración del presidente Nicolás Maduro y se le están cerrando opciones de financiamiento lo que le impide revertir la caída de la producción, que se ha acentuado desde el mes de septiembre de 2017.
“China no le presta dinero a Venezuela desde 2017, porque está consciente de la gravedad de la crisis y no está dispuesta a seguir asumiendo mas compromisos financieros y en ese país asiático se comienza a discutir sobre el riesgo que se convierta en un caso de default o incumplimiento. El apoyo de Rusia es el más predominante ahora porque hay un interés de explotar los recurso naturales venezolanos en condiciones muy favorables por su parte; sin embargo, el gobierno de Vladímir Putin no tiene la capacidad económica de ser el salvavidas del gobierno de Nicolás Maduro”, señaló de Alba durante su exposición.
Penfold indicó que debido a la caída de producción, PDVSA afronta un déficit del que no logra recuperarse ni siquiera con el alza en los precios del crudo que se viene registrando desde enero de este año y mencionó dos escenarios que podrían darse: uno con el precio de la cesta venezolana de crudos a 50 dólares por barril que arroja una saldo rojo para la empresa por 12.000 millones de dólares; y el segundo, con un precio de 60 dólares reduciría esa brecha a 9.000 millones de dólares.
PUBLICADO: 21 de marzo de 2018