Hay consenso entre economista en advertir que Venezuela en 2020 enfrentará a una realidad histórica en más de 100 años de actividad petrolera porque sus ingresos por ventas de hidrocarburos ni siquiera llegarán a 10.000 millones d dólares, debido al desplome en los precios del crudo propiciado por una caída en la demanda mundial a consecuencia a su vez de la pandemia ocasionada por el COVID-19.
“Hay análisis que indican que las exportaciones petroleras podrían aportar a Venezuela este año apenas 8.000 millones de dólares, lo que contrata con lo que recibió hace 10 años entre 90.000 millones y 100.000 millones de dólares”, comenta el economista Luis Oliveros. “No se tienen cifras oficiales sobre cuál es el costo de producción en Venezuela, pero se maneja que está entre 24 y 25 dólares por barril, incluso, podría ser una cifra más elevada y el actual nivel de precios está por debajo de ese costo promedio de producción”, acota.
Petróleos de Venezuela (PDVSA) lleva tres años sin divulgar su informe de gestión en el que señala el precio promedio de producción. En el año 2016 señaló que estaba en 7,65 dólares por barril pero ese valor no incluye pago de regalías, impuesto de extracción ni tampoco procesos de depreciación y de allí que algunos analistas haya señalado que al incluir esos aportes se elevó a 23 dólares por barril.
La empresa consultora noruega Rystad Energy señala que el costo de producción de un barril en Venezuela está en 15 dólares por barril pero se coloca entre 25 y 30 dólares por barril cuando se suma las contribuciones fiscales, es decir, prácticamente el pago de impuesto iguala los costos de producción.
Contagio + sanciones
La situación para PDVSA se complica por las sanciones que ha establecido el gobierno de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro, principalmente las que estableció la administración de Donald Trump en enero de 2019 cuando a través del Departamento del Tesoro se restringió la posibilidad de que PDVSA venda crudo o combustibles a empresas refinadoras ese país; y luego está la restricción que ese mismo organismo impuso en febrero de 2020 cuando impuso sanciones a dos filiales de la corporación rusa Rosneft por la comercialización de crudo venezolano gracias a los descuentos ofrecidos por la estatal venezolana.
“PDVSA ofreció el crudo Merey (la referencia del petróleo venezolano) a fuertes descuentos, entre12 y 14 dólares por barril; y ahora lo hace por debajo de 10 dólares frente a un costo de extracción de 20 dólares por barril”, denunció Orlando Ochoa, economista y consultor en materia energética. “Maduro se queda sin ingresos y solo una negociación política de emergencia nos abre la posibilidad de evitar pasar de la tragedia al infierno”, acota.
El economista José Guerra, quien también es diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela por el partido Primero Justica y fue gerente en el Banco Central de Venezuela, comparte las apreciaciones de sus colegas tanto en cifras como en las características que tiene la actual situación mundial para la economía de esta nación.
“La situación puede ser peor todavía si PDVSA se ve obligada a cortar aún más la producción porque no consigue compradores o tiene que otorgar mayores descuentos para poder colocar sus crudos”, advierte Guerra. “Para Venezuela esta situación adquiere dimensiones de tragedia porque con los mismos supuestos de exportaciones de 2019, pero con un precio de la cesta reducida en un tercio, ingresarán 8.000 millones de dólares en el escenario más favorable”, acota.
El parlamentario parte de que durante el año pasado, PDVSA exportó en promedio 600.000 barriles diarios, entre lo que produjo y el crudo que se colocó en inventarios a un precio promedio de 56 dólares por barril.
El propio presidente Maduro mostró su preocupación porque durante la segunda semana de marzo, el precio de la cesta venezolana había caída a 23 dólares por barril.
PUBLICADO: 19 de marzo de 2020